Paseando por tus calles, me encontré un son de habanera quizás la perdió un soldado, que de Cuba regresó Se me enredó en la memoria, me hizo un tiempo compañía, y una racha de nordeste, y una racha de nordeste a tus calles devolvió. Santander la marinera, es la que más quiero yo, la que tiene azul el alma y al viento su corazón. La que crió a Sotileza, la del hablar cantarina en el tendal ropa blanca y un jilguero en el balcón. Me tienes a ti atrapado, en una red invisible trincada al Barrio Pesquero y a San Martín de la Mar. Siempre regreso a tu brisa, a la luna en la bahía, y por lejos que me encuentre, y por lejos que me encuentre tu faro siento brillar. Santander la marinera, es la que más quiero yo, la que tiene azul el alma y al viento su corazón. La que crió a Sotileza, la del hablar cantarina en el tendal ropa blanca y un jilguero en el balcón. Hay dinamita en tu entraña y el trajinar de los muelles, viento sur enloquecido y una blusa azul de mar. En Puertochico te espero, frente de Peña Cabarga, ponte el pañuelo encarnado, ponte el pañuelo encarnado y vamos a pasear. Santander la marinera, es la que más quiero yo, la que tiene azul el alma y al viento su corazón. La que crió a Sotileza, la del hablar cantarina en el tendal ropa blanca y un jilguero en el balcón.
viernes, 21 de marzo de 2014
Santander la marinera
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